viernes, 20 de enero de 2012

Cuando no encuentras el "porqué"

Sé bien que no puedo ser egoísta, pero la verdad es que después de que te dejen casi como dama de pueblo, pues es horrible. Cuando tienes un sueño, cuando ves que puedes lucirte y salir con una enorme sonrisa y que te quiten todo de última hora, realmente es horrible.
¿A quién le importa un número?, cundo lo que de verdad valía era el orgullo de hacer lo que más te gusta. Debí imaginar que era muy bonito para ser verdad. Que cuando yo ya me imaginaba sonriendo emocionada ahí, debía tener en cuenta que tal vez no pasaría a ser más que un sueño.
Tengo ahora que aceptar que nunca compartiremos un mismo escenario y que ese suelo, jamás lo vuelvo a pisar. Qué triste, cuando ya tenía todo y sólo esperaba a que llegara el momento. Cabe mencionar que gracias a eso logré conocerte y acercarme tanto a ti, no sé qué tanto, pero sé que es más de lo que cualquiera pensaría.
Muchas cosas para bien o para mal, van a cambiar, voy a dejar de ver caras que no pretendía, voy a dejar de hablarle a quien esperaba. En cierta parte sé que seguirán ahí, aunque ya no tengan nada que ver con el espacio.
¿Nunca les ha pasado que de un momento a otro les cortan las alas? Madrugadas, creando y perfeccionando, para que cada que intentes repetirlo, quede como un mal recuerdo, uno del que has aprendido mucho, pero del mismo que te das de topes contra un tablón, al ver que nunca llegaste a la cúspide por más que escalaste. Quedaré como aquella que era la mejor de su grupo, la que sonreía al lograr más que los demás y hasta ahí. Punto. Todo tiene un límite y lo feo es cuando el límite te lo plantean antes de llegar a la META.
Quedo agradecida y ahora sé que cualquiera en su lugar hubiese dejado un par de estrellas por una fugaz.
Y aún sin comprender qué fue lo que externamente pasó. Ni las razones que pueda otorgarle a este hecho.

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