Entonces la chica se detiene ante el reloj, el salón está sombrío y callado. Ni una voz, sólo el sonido de las manecillas del reloj. Afuera una fuerte tormenta eléctrica, que aún más emoción le ponía a la escena.
Pero volviendo a la chica, ella sólo pensaba en ti, tratando de averiguar si en algún momento regresarás, intentando imaginar por qué te habías marchado.
Tal vez fue porque ella deshizo lo que propiamente valoraba como nada... la confianza, quizá fue por un chisme que se escuchaban en las calles vecinas, aquellas donde el callejón es muy angosto. Ella no lo sabe del todo, tal vez fue simplemente por desinterés, o simples pretextos, el destino había terminado por cortar su historia, lo que sí sabe es que al tener varias dudas en la cabeza es porque ha fallado en alguna ocasión, sino, no tendría ni idea del porqué.
Podrías darte una idea entre risas, cuando pasa por tu mente el recuerdo, de cuánto te extraña... pero no, no tienes idea ni de lo que te necesita. De que a pesar que aquel singular día no estuviste, no le afecta, mucho menos le sorprende, porque estuviste el resto del año, hasta que un día después de un "ok", no volviste.
Han pasado 15, sólo ella sabe si segundos u horas, pero sigue esperando cansarse de buscarle respuestas a miles de preguntas, o tal vez hasta hallar el par del calcetín negro que dejaste junto a la rosa roja. No, no abre a aquellos que le regalan una docena, porque en primera, a diferencia de la tuya, sabe que mas de 2 ajenas son capaces de marchitarse y en segunda porque no pueden entrar a la morada que tú construiste para la joven.
Y si te das cuenta, no se ha movido a buscarte, no tiene importancia cuando no es la solución, porque sabe donde encontrarte y ahí no encontrará manera de hacerte volver.
