Mentira es que al primer día me tengas confianza, mentira es que crea tus pretextos y no cuente los días. O también hacerme creer que el viaje era largo y yo decirte que lo sabía. Mentira... mentira fue decirte que ya no te quería.
Todos mentimos, sí... TODOS; en especial tú y yo. Inventando excusas, problemas, llamadas o despedidas, para hablarnos o dejarnos de hablar. Diciéndole al otro que algo nunca pasó o que ya ocurrió desde hace mucho, para no preocupar, o sobretodo para no levantar sospechas.
Están, las que se cubren con polvo y nadie ve lo que en realidad esconde; estas que primero se llaman promesas como "Te juro que yo estaré contigo cuando me necesites" y que terminan vilmente desaparecidas .
Las mentiras propias son aún las más chistosas, esas que aparecen cuando más dormidos estamos y son como sueños, nos auto creamos esperanzas, ilusiones o peor aún ¡señales! donde no existen, podríamos llamarles también espejismos. Pero terminan siendo falacias que conocemos, pero las llenamos de argumentos para creérnosla.
Y la mentira-post mentira ejemplificada cuando vivo haciéndole creer a la gente que eres una buena persona, que aún te quiero y que somos muy felices. Porque eso construimos y de repente te retiraste de la jugada.