viernes, 16 de marzo de 2012

Tiempos Perfectos

Una tarde brillante.
Miles de personas alrededor.
Amigos corriendo.
Tu silueta inalcanzable.
Camisa y blusa de armoniosa combinación.
Una decisión llena de impulsos.
Bocanada de aire y un cuanto de smog.
Veinte pasos que me separaban, tú los convertías en 30 o 10.
Tratar de alcanzar a los amigos.
Dejarlos por volverte a ver.


Una barda y miles de flores rojas.
Tantos saludos y ninguno conocido.
Una sonrisa con bella mirada.
Choque eléctrico, desde el universo para nosotros.
El lugar adecuado.
Todo transcurriendo y nosotros deteniendo el tiempo.
Una excusa, palabras y conectores.
Música preferida, no tu favorita.
Un error que unía nuestras manecillas.
Azúcar y agua simple.
Un apagón.
Todos mirando.
¿Qué hora es?
Lengua romance estoy por perder.
Un beso y el "hasta luego" después.


Miles de preguntas.
Escenas separadas.
Mismo pensamiento por dos personas.
Risas discretas con suspiros inmensos.
Un recuerdo de nuestra propia escena.
De nuestros tiempos perfectos. ♥

viernes, 9 de marzo de 2012

Nuestro Mundo

Encontrándonos una vez más en el mismo cubículo, sin esperar toparnos... sí,  tan sólo hace un rato habíamos estado juntos, sin poder ver todo el libro, pero sin quejarse, porque sabía que no entendería a la historia ni a la literatura. 

Y ahora verte de lejos, sonreír por verte feliz, tan lejos y a la vez más lejos que cuando sumábamos letras y uníamos definiciones. 
Soñando con un mundo de fantasías, haciendo como que escucho lo que dicen mis amigos y tú a los tuyos. Pero la realidad es que nadie sabe que en esos instantes nos unimos en un mismo  suspiro, viajando a un planeta donde sólo estamos los dos. Donde la música, siempre diferente, nos pone a bailar  y a cantarle a la vida. Viviendo donde no hay monotonía y amamos todo lo que nos rodea, porque es lo que siempre quisimos. 

No importaba que las horas nos fueran a separar poco a poco por aquella vez, ya que el paraíso que nosotros soñamos, lo creamos sin minutos ni límites. Fue exactamente ese instante, el preciso que nos esperaba, ni más ni menos otro, cuando cruzando miradas, es como logramos ascender,  es ese choque, toda esa electricidad que recorre nuestros poros la que crea un vínculo que nadie más entiende, un imán que sólo nos atrae a los dos.


Y entonces nos contactan vía satélite desde el planeta que nos fugamos, nos hacen una pregunta que nos hace regresar a la fuente de aquella estrella fugaz. Decir "¡¿qué?!" Riendo, compartiendo de felicidad a aquellos que notan que no estuvimos ahí en toda la letanía que dijeron, pero sin saber donde estábamos. Y que ni intenten buscarnos en el mapa, porque quedamos que de ese lugar sólo nuestra atracción tendría el mapa.

Con diferentes titubeos, sonrisas y besos. Eso que crujen mis suspiros y los que pintaron un mundo del brillo de nuestros ojos.