martes, 24 de enero de 2012

Lo tengo todo. Te tengo a ti.

Que me quiten el placer de las sonrisas y las felicitaciones. O que se apaguen las luces antes de que si quiera haberlas encendido, pero sólo quiero que me quede esa persona que tanto quiero y que tan loca me puede volver.
Llega un momento en que digo "Y ahora, ¿qué me queda?". Justo cuando parece que el huracán todo se lo ha llevado, me ilumina el brillo de tu imperfección. Que esos lazos tan fuertes que creamos en este año ya no los pueden tumbar. Ni el gris del viento o el azul de tus ojos, ya nada puede borrar esos momentos tan peculiares que hemos vivido.

¿Eterno retorno? Tal vez, no lo sé, sin embargo día a día en este año he descubierto que un granito de arena no es nada, pero un millones de ellos juntos, puede formar un desierto en el que mi tú eres mi sed y mi beber. 

We go together.
No dejes de ser mi pilar y mi vencedor. Nunca dejes que cuando esté en el cielo, quiera subirme más; ni cuando esté en el infierno, me derribe otro poco regrésame a nuestro piso, aquel de madera donde te conocí una vez. Ese donde equilibrados, compartimos, soñamos, deseamos y reímos. Aquel donde olvidamos qué sucede al rededor y no escuchamos las voces que nos quieren alejar.

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